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HIPERTENSIÓN ARTERIAL

La presión arterial alta es una enfermedad frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias con el transcurso del tiempo es lo suficientemente alta como para poder causarte problemas de salud, como la enfermedad cardíaca.

La presión arterial está determinada tanto por la cantidad de sangre que tu corazón bombea como por el grado de resistencia al flujo de la sangre en tus arterias. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más estrechas estén tus arterias, mayor será tu presión arterial.

Se puede tener presión arterial alta (hipertensión) durante años sin tener ningún síntoma. Aun sin síntomas, el daño a los vasos sanguíneos y a tu corazón se sigue produciendo y puede detectarse. La presión arterial alta no controlada aumenta tu riesgo de graves problemas de salud, como son el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.

La presión arterial alta por lo general se va desarrollando en el trascurso de muchos años y finalmente afecta a casi todos. Afortunadamente, la presión arterial alta se puede detectar fácilmente. Y una vez que sabes que tienes presión arterial alta, puedes trabajar con tu médico para controlarla.​

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SINTOMAS

La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos y síntomas, aun si sus mediciones de presión arterial llegan a niveles peligrosamente altos.

Unas pocas personas con presión arterial alta pueden tener dolores de cabeza, dificultad para respirar o sangrados de nariz, pero estos signos y síntomas no son específicos y por lo general no ocurren hasta que la alta presión arterial ha llegado a una etapa grave o que puede poner en riesgo la vida

 

CUANDO CONSULTAR A TU MEDICO 

 

Pídele a tu médico una medición de la presión arterial al menos cada dos años a partir de los 18 años. Si eres mayor de 40 años, o tienes entre 18 y 39 años y presentas un riesgo alto de presión arterial alta, pídele a tu médico que te tome la presión arterial todos los años. La presión arterial, por lo general, debe medirse en ambos brazos para determinar si hay alguna diferencia. Es importante usar un brazalete de tamaño adecuado. Tu médico probablemente recomiende mediciones más frecuentes si ya te han diagnosticado presión arterial alta o si tienes otros factores de riesgo para enfermedad cardiovascular. A los niños de 3 años o más se les medirá la presión arterial como parte de su control general anual.

CAUSAS O ETIOLOGIA 

Hipertensión primaria (esencial)

En la mayoría de los adultos, no hay una causa identificable para la presión arterial alta. Este tipo de presión arterial alta, llamada «hipertensión primaria (esencial)», tiende a desarrollarse gradualmente a lo largo de muchos años.

Hipertensión secundaria

Algunas personas tienen presión arterial alta a causa de una enfermedad no diagnosticada. Este tipo de presión arterial alta, llamada «hipertensión secundaria», tiende a aparecer repentinamente y causa una presión arterial más alta que la hipertensión primaria. Varias enfermedades y medicamentos pueden provocar hipertensión secundaria, tales como:

  • Apnea obstructiva del sueño

  • Problemas renales

  • Tumores en la glándula suprarrenal

  • Problemas en las glándulas tiroideas

  • Determinados defectos de nacimiento (congénitos) en los vasos sanguíneos

  • Ciertos medicamentos, como píldoras anticonceptivas, remedios contra el resfrío, descongestionantes, analgésicos de venta libre y algunos medicamentos recetados

  • Drogas ilegales, como la cocaína y las anfetaminas

  • Abuso de alcohol o consumo crónico de alcohol

FACTORES DE RIESGO​

La presión arterial alta tiene muchos factores de riesgo, tales como:

  • Edad. El riesgo de tener presión arterial alta aumenta a medida que envejeces. Hasta la edad media temprana, o aproximadamente a los 45 años, la presión arterial alta es más frecuente en los hombres. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta después de los 65 años.

  • Raza. La presión arterial alta es particularmente frecuente en los afroamericanos y, a menudo, aparece a una edad más temprana en relación con las personas de raza blanca. Las complicaciones graves, como los accidentes cerebrovasculares, los ataques cardíacos y las insuficiencias renales, también son más frecuentes en los afroamericanos.

  • Antecedentes familiares. La presión arterial alta tiende a ser hereditaria.

  • Tener sobrepeso u obesidad. Cuanto más pesas, más sangre necesitas para suministrarles oxígeno y nutrientes a los tejidos. A medida que el volumen de la sangre que circula a través de los vasos sanguíneos aumenta, también lo hace la presión en las paredes de las arterias.

  • No estar físicamente activo. Las personas que son inactivas tienden a tener una mayor frecuencia cardíaca. Cuanto mayor es la frecuencia cardíaca, más deberá trabajar el corazón con cada contracción y mayor será la fuerza en las arterias. La falta de actividad física también incrementa el riesgo de tener sobrepeso.

  • Uso de tabaco. Fumar o mascar tabaco no solo aumenta de inmediato la presión arterial en forma temporal, sino que las sustancias químicas que contiene el tabaco pueden dañar el recubrimiento de las paredes de las arterias. Esto puede provocar el estrechamiento de las arterias, lo que aumenta la presión arterial. El tabaquismo pasivo también puede incrementar la presión arterial.

  • Demasiada sal (sodio) en tu dieta. Demasiado sodio en tu dieta puede hacer que tu cuerpo retenga líquido, lo que aumenta la presión arterial.

  • Cantidad insuficiente de potasio en tu dieta. El potasio ayuda a equilibrar la cantidad de sodio en las células. Si no obtienes suficiente potasio con tu dieta o no retienes lo suficiente, puedes acumular demasiado sodio en la sangre.

  • Cantidad insuficiente de vitamina D en tu dieta. No hay certezas con respecto a si muy poca vitamina D en tu dieta puede causar presión arterial alta. La vitamina D puede afectar una enzima producida por los riñones que afecta la presión arterial.

  • Beber demasiado alcohol. Con el tiempo, beber demasiado puede dañar el corazón. Beber más de dos copas por día para los hombres y más de una por día para las mujeres puede afectar la presión arterial.

    Si consumes alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos saludables, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años. Una copa equivale a 12 onzas (355 ml) de cerveza, 5 onzas (148 ml) de vino y 1,5 onzas (44 ml) de licor con un 40 por ciento de graduación alcohólica.

  • Estrés. Los niveles de estrés alto pueden provocar un aumento temporal de la presión arterial. Si tratas de relajarte comiendo más, usando tabaco o bebiendo alcohol, solo aumentarás tus problemas con la presión arterial alta.

  • Ciertas enfermedades crónicas. Ciertas enfermedades crónicas también pueden aumentar tu riesgo de tener presión arterial alta, como las enfermedades renales, la diabetes y la apnea del sueño.

A veces, el embarazo también contribuye a que se produzca la presión arterial alta.

Aunque la presión arterial alta es más frecuente en los adultos, los niños también pueden estar en riesgo. Para algunos niños, la presión arterial alta es a causa de problemas en los riñones o en el corazón. Sin embargo, para una cantidad cada vez mayor de niños, los malos hábitos del estilo de vida, como una dieta poco saludable, obesidad y falta de ejercicio, contribuyen a que tengan la presión arterial alta

COMPLICACIONES 

La presión excesiva en las paredes arteriales causada por la presión arterial alta pueden dañar los vasos sanguíneos, así como también otros órganos del cuerpo. Cuanto más alta sea la presión arterial y cuanto más tiempo pase sin controlarla, mayor será el daño.

La presión arterial alta sin control puede llevar a:

  • Un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. La presión arterial alta puede causar el endurecimiento y engrosamiento de las arterias (ateroesclerosis), que puede ocasionar un ataque de corazón, un accidente cerebrovascular u otras complicaciones.

  • Aneurisma. Una presión arterial elevada puede causar que los vasos sanguíneos se debiliten y se formen protuberancias, dando lugar a un aneurisma. Si un aneurisma se rompe, puede poner en riesgo la vida.

  • Insuficiencia cardíaca. Al bombear sangre con mayor presión en los vasos sanguíneos, el músculo del corazón se engrosa. Con el tiempo, el músculo engrosado puede tener dificultad en bombear la sangre necesaria para las necesidades del cuerpo, lo cual puede ocasionar una insuficiencia cardíaca.

  • Vasos sanguíneos debilitados y estrechados en los riñones. Esto puede hacer que estos órganos no funcionen normalmente.

  • Vasos sanguíneos engrosados, estrechados o rotos en los ojos. Esto puede ocasionar pérdida de la vista.

  • Síndrome metabólico. Este síndrome es un grupo de trastornos del metabolismo del cuerpo, que comprende un aumento del contorno de la cintura, niveles altos de triglicéridos, niveles bajos de colesterol «bueno» (lipoproteína de alta densidad, HDL), presión arterial alta y niveles altos de insulina. Estos trastornos hacen que existan mayores probabilidades de tener diabetes, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

  • Problemas de memoria o comprensión. La presión arterial alta puede también afectar la capacidad de pensar, recordar y aprender. Los problemas con la memoria o la comprensión de conceptos son más frecuentes entre las personas con presión arterial alta

TRATAMIENTO​

Cambiar tu estilo de vida puede provocar un gran efecto en el control de la presión arterial alta. Tu médico puede recomendarte que tengas una dieta saludable con un menor contenido de sal, hagas ejercicio regularmente, dejes de fumar y mantengas un peso saludable. No obstante, a veces, los cambios en el estilo de vida no son suficientes.

Además de la dieta y del ejercicio, tu médico puede recomendarte medicamentos para bajar la presión arterial.

Las metas del tratamiento para la presión arterial dependen de lo saludable que estés.

Las metas del tratamiento para la presión arterial*

Menos de 150/90 mm Hg = Si eres un adulto saludable de 60 años o más

Menos de 140/90 mm Hg = Si eres un adulto saludable de menos de 60 años

Menos de 140/90 mm Hg = Si padeces una enfermedad renal crónica, diabetes o una enfermedad de las arterias coronarias o si tienes un riesgo alto de sufrir esta última

MEDICAMENTOS

  • Diuréticos tiazídicos. Los diuréticos, a veces llamados «píldoras de agua», son medicamentos que producen un efecto en los riñones para ayudar al cuerpo a eliminar el sodio y el agua, lo que reduce el volumen de sangre.

    A menudo, los diuréticos tiazídicos son la primera opción de los medicamentos para tratar la presión arterial alta, pero no son la única. Los diuréticos tiazídicos son la hidroclorotiazida (Microzide), la clortalidona y otros.

    Si no tomas diuréticos y tu presión arterial sigue alta, habla con tu médico sobre agregar un medicamento o reemplazar uno que actualmente tomas por un diurético. Los diuréticos o los bloqueantes de los canales de calcio pueden funcionar mejor en los afroamericanos y en las personas mayores que los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina como única opción. Un efecto secundario frecuente de los diuréticos es el aumento de la cantidad de micciones.

  • Betabloqueantes. Estos medicamentos reducen el esfuerzo del corazón y abren los vasos sanguíneos, lo que provoca que el corazón lata más lento y con menos fuerza. Los betabloqueantes son el acebutolol (Sectral), el atenolol (Tenormin) y otros.

    Cuando se recetan solos, los betabloqueantes no funcionan tan bien, en particular, en los afroamericanos y las personas mayores, pero pueden ser efectivos cuando se combinan con otros medicamentos para la presión arterial.

  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. Estos medicamentos —como el lisinopril (Zestril), el benazepril (Lotensin), el captopril (Capoten) y otros— ayudan a relajar los vasos sanguíneos al bloquear la formación de una sustancia química natural que los reduce. El uso de un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina como uno de sus medicamentos puede ser una ventaja para las personas que tienen enfermedades renales crónicas.

  • Bloqueantes de los receptores de la angiotensina II. Estos medicamentos ayudan a relajar los vasos sanguíneos bloqueando la acción, no la formación, de una sustancia química natural que los reduce. Los bloqueantes de los receptores de la angiotensina II son el candesartan (Atacand), el losartan (Cozaar) y otros. El uso de un bloqueante de los receptores de la angiotensina II como uno de sus medicamentos puede representar una ventaja para las personas que tienen enfermedades renales crónicas.

  • Bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamento —como la amlodipina (Norvasc), el diltiazem (Cardizem, Tiazac, otros) y otros— ayudan a relajar los músculos de los vasos sanguíneos. Algunos pueden disminuir la frecuencia cardíaca. Los bloqueantes de los canales de calcio pueden funcionar mejor en los afroamericanos y las personas mayores que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina solos.

    El jugo de pomelo interactúa con algunos bloqueantes de los canales de calcio, por lo que aumenta los niveles sanguíneos de la medicación y el riesgo de que tengas efectos secundarios. Si te preocupan las interacciones, consulta con tu médico o a farmacéutico.

  • Inhibidores de renina. El Aliskiren (Tekturna) reduce la velocidad de producción de la renina, enzima que producen los riñones y que inicia una cadena de pasos químicos que aumenta la presión arterial.

    La Tekturna funciona reduciendo la capacidad de la renina de iniciar ese proceso. Debido al riesgo de que se produzcan complicaciones graves, incluidos accidentes cerebrovasculares, no deberías tomar el aliskiren con inhibidores de la de la enzima convertidora de angiotensina ni con bloqueantes de los receptores de la angiotensina II.

CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA ​

Sin importar qué medicamentos te recete tu médico para tratar la presión arterial alta, tendrás que hacer cambios en tu estilo de vida para bajar la presión arterial.

Tu médico puede recomendarte varios cambios en tu estilo de vida, entre ellos los siguientes:

  • Mantén una dieta saludable que tenga menos sal (el enfoque dietético para suspender la hipertensión o Dieta DASH)

  • Haz ejercicio en forma regular

  • Deja de fumar

  • Limita la cantidad de alcohol que bebes

  • Mantén un peso saludable o baja de peso si tienes sobrepeso u obesidad

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